Un vino escandaloso

Para bien o para mal estamos acostumbrados a escuchar todo tipo de escándalos. El que más pasiones sigue levantando, sin duda, es el que canta Rafael… ¡Quién no conserva imborrable la imagen de esa cena de empresa en la que su jefe, micrófono en mano, interpreta la canción para espanto de todos los presentes! -«Si hubiera grabado aquel momento, me habría vengado el mismo día que me llamó a su despacho para decirme que la empresa prescindía de mis servicios». Pero éste es otro tema.

Pensando en más escándalos, me vienen a la mente otros de altos vuelos. Echando la vista atrás hasta el siglo pasado recordamos, por ejemplo, el ‘Watergate’, que sacudió la Casablanca y obligó incluso a dimitir a todo un presidente, Richard Nixon.

Pero no hace falta irse tan lejos en el tiempo, ni en el espacio; en la actualidad, los tenemos casi a diario y al alcance de la mano con sólo encender el televisor. Hay donde elegir y son de lo más variopinto. Los relacionados con la Casa Real, con la clase política, con las entidades bancarias, sin olvidar los que tienen que ver con asuntos del corazón. Aunque, éste sí que es otro cantar y un berenjenal en el que no vamos a meter la nariz. Donde sí que vamos a meter la nariz es en nuestra Encata2 de hoy, que es lo que verdaderamente centra este post, y que, versa sobre un vino que, por su propio nombre, ya es un ‘Scándalo’.

Cualquier vino que nos sacuda el paladar, ya lo podemos calificar como escandaloso… Si además, procede del Mediterráneo, es aún más escandaloso (y no va con mala intención), porque este territorio no está tan considerado en la producción vitivinícola. Por último, lo realmente escandaloso es su uva, la Monastrell típica del Levante español… Aquí adelantamos un esbozo.

Para tratar de describirlo nos serviremos de los sentidos de la vida  (un blog que nos inspira y tenemos de cabecera)

-A simple vista, Scandalo es un vino que llama la atención por su vivo color, y al primer sorbo se presenta con una amabilidad tal, que enseguida nos damos cuenta de que terminaremos la botella sin remedio.

-En la nariz, Scandalo demuestra todo su potencial y descubre aromas a moras y otros olores frutales, que nos trasladan a un paisaje boscoso.

-Al gusto, Scandalo destaca por su frescura y notas balsámicas, lo que hacen que, a su paso por la boca, sea un placentero reencuentro con la monastrell. Un buen amigo dice de esta uva que es «cálida, sedosa y elegante». Y yo, desde luego, no sabría definirlo mejor con otras palabras.

frambuesas

Y después de degustar este magnífico vino, se nos abrió un voraz apetito y, sin apenas percatarnos, disfrutábamos de un delicioso plato de huevos con habitas y jamón. ¿Qué más se puede pedir?